Por este medio, intentaremos llegar a todas las personas interesadas en el arte latinoamericano, haciendo hincapié en la pintura peruana actual. En este plano, el Perú se ha caracterizado siempre por la calidad de sus manifestaciones artísticas en general. Se podría decir que el peruano posee condiciones de excelente artesano y si a ésto se suma la escuela, es decir lo académico, y se pulen y potencian sus condiciones innatas, tenemos por resultado la realidad de una pintura contemporánea de muy alta calidad. La pintura peruana de lo que podría llamarse la etapa republicana, ha dado nombres de gran prestigio, algunos de los cuales destacaron en Europa y los Estados Unidos y siguen estando presentes en los catálogos de las subastas del viejo continente, con obras que alcanzan altos precios en el mercado internacional, como es el caso de Federico del Campo, Alberto Lynch y Carlos Baca Flor. Muchos fueron los pintores del siglo XIX que viajaron a Europa por sus propios medios o becados, a fin de completar allí su formación como artistas plásticos. Algunos de ellos regresaron al Perú al cabo de unos años, como es el caso de Francisco Laso, Ignacio Merino, Luis Montero, Daniel Hernández etc. Otros, como los mencionados Federico del Campo, Albeto Lynch o Carlos Baca Flor, permanecieron fuera del Perú.
Los que regresaron, fueron, a su vez, maestros de maestros. Así, Laso bregó por la creación de una pintura de tema netamente nacional; Merino se dio por entero a la enseñanza; etc. Pero todos, volcaron en sus alumnos los conocimientos adquiridos en las academias europeas.
Esta situación es la que otorga esa continuidad en el alto nivel de la pintura peruana contemporánea.
Así, a comienzos del siglo XX, mientras en Europa aparecen cantidad de nuevas tendencias que se separan en parte del academicismo tradicional, en el Perú -y en general en los diferentes países americanos- se comienza a bregar por la fundación de lugares de enseñanza a nivel oficial, donde se imparta los conocimientos adquiridos dentro y fuera del país, formando a los jóvenes artistas nacionales. En 1918, precisamente, se encarga a un "emigrado", el maestro Daniel Hernández, la dirección de la recien creada Escuela Nacional de Bellas Artes.
Allí se formaría toda una pléyade de maestros que recibirán los aires de nuevas estilos que se aplicarán a una pintura que, en la mayoría de los casos podríamos decir, toma como base lo autóctono, tanto en el paisaje como en los personajes.Aparece así el intento de José Sabogal de realizar una pintura sólo de corte vernacular y se crea lo que se dio en llamar el "Indigenismo". Pertenecieron a este movimiento Julia Codesido, Enrique Camino Brent, Camilo Blas y otros.
Los que regresaron, fueron, a su vez, maestros de maestros. Así, Laso bregó por la creación de una pintura de tema netamente nacional; Merino se dio por entero a la enseñanza; etc. Pero todos, volcaron en sus alumnos los conocimientos adquiridos en las academias europeas.
Esta situación es la que otorga esa continuidad en el alto nivel de la pintura peruana contemporánea.
Así, a comienzos del siglo XX, mientras en Europa aparecen cantidad de nuevas tendencias que se separan en parte del academicismo tradicional, en el Perú -y en general en los diferentes países americanos- se comienza a bregar por la fundación de lugares de enseñanza a nivel oficial, donde se imparta los conocimientos adquiridos dentro y fuera del país, formando a los jóvenes artistas nacionales. En 1918, precisamente, se encarga a un "emigrado", el maestro Daniel Hernández, la dirección de la recien creada Escuela Nacional de Bellas Artes.
Allí se formaría toda una pléyade de maestros que recibirán los aires de nuevas estilos que se aplicarán a una pintura que, en la mayoría de los casos podríamos decir, toma como base lo autóctono, tanto en el paisaje como en los personajes.Aparece así el intento de José Sabogal de realizar una pintura sólo de corte vernacular y se crea lo que se dio en llamar el "Indigenismo". Pertenecieron a este movimiento Julia Codesido, Enrique Camino Brent, Camilo Blas y otros.
Me parece una propuesta muy interesante que se intente mostrar nuestras creaciones, que a pesar de lo tan sonado europeo y nortamericano; hay que saber apreciar la calidad que poseen los artistas iberoamericanos.
ResponderEliminarTe pediría por favor que continues alimentando este blog con mas obras, para que todos aquellos que aman el arte plastico, y la belleza en general, podamos degustar las producciones llenas de colorido que esxpresan vision tan distinta de la vida latinoamericana.
Por cierto, Carranza es genial!